Ayer tuvimos en el colegio una de esas celebraciones que no sabes muy bien si son alegres o son tristes. Alegres porque unos compañeros, después de una vida dedicada a darlo todo por la enseñanza, reciben el merecido descanso que les da su jubilación y triste, porque la presencia de ellos entre nosotros se verá reducida a las visitas esporádicas que nos realicen.
Begoña, Sr. María Jesús, Flora y José Javier se han despedido de nosotros tras unas larguísimas vidas dedicadas a la enseñanza.
Como decía bien el padre Ángel y María Ángeles en su discurso de agradecimientos los 4 han hecho de su profesión una forma de amar.
Su amor por la enseñanza y la educación de los más jóvenes ha sido su forma de vida de los últimos años y ahora ven recompensado su esfuerzo con unas vacaciones más largas y merecidas de lo habitual.
Desde aquí nuestra gratitud en nombre de todos sus compañeros/as y de todos los que formamos la familia Amor de Dios: padres, madres, alumnos, personal de servicios, etc, etc.
! Hasta siempre ¡
