Buenos días a todos en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
Respuesta de los alumnos a María
Querida María del
Niño Jesús perseguido: Hasta ahora casi todo había ido muy bien en el
nacimiento de tu hijo, quitando lo de las posadas ocupadas, porque los pobres y sencillos
fueron, vieron, creyeron y adoraron. Igualmente hicieron los Sabios de Oriente.
Pero la ambición del poder deshumaniza tanto que ni las personas ni Dios
cuentan nada para quien posee esa tremenda enfermedad. ¿La tendremos nosotros
en alguna medida? Creemos que no nos
gustaría nunca ser un Herodes en la historia de este mundo de la que formamos
parte; pero, por otro lado, reconocemos que no nos es fácil ser dóciles a la
voz del Ángel como lo fueron los pastores que corrieron junto a Jesús o como
los Magos que dejaron su tierra y su vida acomodada para buscar al Salvador
anunciado en las Escrituras. Ese interés y esa fe seguro que no la tenemos tan
firme como ellos. Como creemos nos falta la tuya, María, y la de José, para
entender lo que Dios os iba comunicando a lo largo de vuestra vida; en este caso
el comprender que teníais que marchar de vuestra tierra a otro país pues el
Niño corría peligro. ¿Cuidamos nosotros esa relación con el Señor y lo
escuchamos? ¿Creemos en él o lo ignoramos? Como no busquemos la
auténtica VERDAD quizá las pequeñas ambiciones nos lleven a ser lo que no
queramos. Por eso, María, ruega por nosotros para que nos identifiquemos con
cualquier figura del belén menos la de Herodes. Un fuerte abrazo lleno de
cariño.
Tus
queridos alumnos “Amor de Dios”.