miércoles, 19 de febrero de 2014

ORACIÓN DE LA MAÑANA 19 DE FEBRERO

PARÁBOLAS DE JESÚS: EL BANQUETE DE BODAS. Reflexión segunda

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 16-24: “Pero todos los invitados a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: -He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses. Y otro dijo: -He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses. Otro dijo: -Me acabo de casar, y por eso no puedo ir”.

¿Qué destaca en la respuesta que dan los invitados a la boda?
·        Su falta de conocimiento y responsabilidad al rechazar la invitación, pues siempre tenemos tiempo para todo si queremos.
·        El poner en primer lugar las cosas, los animales y las personas y descuidar totalmente a Dios.
·        El no querer formar parte de la familia del Reino de Dios formada por: el Rey, su Hijo Jesús y los demás convidados al banquete, es decir, las personas humanas.

Reflexión. Cuando no somos invitados a un cumpleaños o fiesta, nos sentimos mal,  tristes y solos y como rechazados al ver que no nos tienen en cuenta. Igualmente ocurre cuando un niño o adulto invita a otros a una fiesta suya y no acuden algunos o muchos, pues parece que no quieren saber nada con esas personas que invitan y se las hace sufrir. Pues vamos a intentar caer en la cuenta de la pena que tendrá Jesús cuando lo ignoramos o rechazamos, pues él no nos está ofreciendo solamente pasárnoslo bien un rato, sino que nos está ofreciendo una felicidad que no acaba nunca, una verdad que nos guiará a lo largo del camino para que todo lo nuestro tenga sentido y final feliz. Él sólo vino por nuestro bien, para compartir con nosotros su misma vida, que es, no sólo humana sino también divina. No busca nada para sí sino para nosotros. Vamos a hacer un breve silencio para pensar si cada día oímos que somos invitados y aceptamos o rechazamos una invitación tan importante. ¿Qué nos parece?

Oración. Señor, sabemos que tú no nos quitas nada de lo que hay en este mundo, pues nos lo has regalado todo. Podemos ir al campo o estar con los animales o en familia o con los amigos…Pero también sabemos que tú quieres que estemos contigo para que podamos ser un poco más felices y más auténticos con nosotros mismos y con los demás. Gracias porque a través de tu Palabra nos deseas hacer conscientes de lo que nos podemos perder rechazando tu invitación. Que tu madre ruegue por nosotros para parecernos a ella en la respuesta a tu invitación. Amén.