PARÁBOLAS DE JESÚS: LOS
JORNALEROS DE LA VIÑA. Primera
reflexión-oración.
Jesús, en esta
parábola, NOS QUIERE DECIR CÓMO ES
DIOS PADRE. Nos manifiesta su
generosidad y que su amor y su
misericordia por nosotros va más allá de la justicia y la proporción. Nuestra relación con ÉL es de gracia no de
mérito. EL REINO DE DIOS pues, del que
Jesús nos quiere hacer partícipes, nos muestra cómo el Padre no se fijará tanto
en nuestros méritos como en nuestra necesidad.
En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 20, 1-16: “El reino de los cielos se puede comparar
al dueño de una finca que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su
viña. Acordó con ellos pagarles el salario de un día y los mandó a trabajar
a su viña.
Realidades que vemos en esta parábola que
nos ayudan a entender lo que es el REINO DE LOS CIELOS explicado por Jesús y con quiénes se identifican:
·
Vemos a un señor que es el dueño de una
finca. Representa a Dios Padre.
·
Vemos una finca que acoge trabajadores
que puedan hacerla producir frutos. Es el Reino de Dios que comienza ya a
construirse en este mundo.
·
Vemos a unos obreros sin trabajo.
Representan a los seres humanos.
·
Vemos, finalmente, que existe un diálogo
entre el Dueño, que busca obreros y ofrece un salario concreto por la jornada
completa, y los trabajadores que aceptan
la oferta de trabajo y salario.
REFLEXIÓN.
Dios Padre se acerca muy de mañana, al comenzar el día, a cada persona: niño,
joven, adulto, anciano, y le ofrece, generosamente, trabajo en su finca-Reino.
Unos, están ya disponibles desde la primera hora y aceptan trabajar en esa
finca-Reino por una jornada completa y un salario pactado. Podríamos decir que,
estas personas han tenido la suerte de estar colaborando desde el principio
hasta el final, en un lugar cuyo trabajo tiene sentido, un buen fin: producir
buena cosecha, y con un dueño que ofrece
la oportunidad de recibir lo necesario para la vida. (Breve pausa para
comprobar si se entiende o qué se entiende de lo dicho hasta el momento).
Oración.
Padre bueno, lo primero que queremos agradecerte en este día, es que nos hayas
dado a Jesús para que nos explique un poco cómo eres tú como Dios y como Padre,
porque si no tendríamos que
imaginárnoslo. Después, te agradecemos mucho que, al igual que nuestros padres
al despertarnos ya nos dan lo que necesitamos, tú también haces lo mismo, sales
a nuestro encuentro pronto y nos ofreces lo que nos hace falta. Gracias, Señor,
Padre bueno, por tu cuidado y generosidad.