Buenos días a todos en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
Contestación de los alumnos a María
Gracias, una vez
más, querida María de Nazaret, madre y amiga nuestra, por tu carta que nos
ayuda a pensar, a dejarnos aconsejar por los que nos quieren y a tratar de
distinguir quiénes pueden ser hoy los precursores o presentadores del que nos
trae la paz, la alegría, la hermandad, la posibilidad de recorrer caminos
nuevos. No queremos confiar en nuestro
poder ni en dejar las cosas para mañana. Junto a ti queremos estar alerta para
descubrir cada día la salvación gratuita que nos regala nuestro Dios; esa que
nos permite reír, compartir, trabajar, correr, jugar, comer, rezar, esperar y
dar gracias por tantas personas como nos
ayudan a descubrir dónde está el bien que necesitamos. No queremos abrir la
puerta de nuestro corazón a lo que no sea amor, ni la de nuestros oídos a
palabras que dejen en mal lugar a los demás, ni la de nuestras manos a lo que
destruya…Todo eso serían falsos profetas. Por eso, a lo largo de este día deseamos ser conscientes de escoger sólo
aquello que se nos presente como una nueva oportunidad y ayuda para hacer
visible todo el bien que se nos regala. Contamos con tu ayuda, María.
Tus
queridos alumnos “Amor de Dios” que no te olvidan.
Breve silencio
para reflexionar dentro de nosotros y compartir: ¿qué anuncios son los que nos
gustan y acogemos con los ojos cerrados? ¿Quiénes son los que nos los
transmiten? ¿Qué nos ofrecen? ¿Hay algunos que nos inviten a ayudar, a ser
mejores amigos, a pensar, a sembrar esperanza y alegría entre los demás?
Terminamos dando gracias a Dios por las
personas que son precursoras entre nosotros del bien, de la posibilidad de realizar un mundo más
bello juntos, con la ayuda del Señor.