PARÁBOLAS DE JESÚS: CIEGO,
GUÍA DE CIEGOS. Reflexión segunda.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Lectura del Evangelio según san Lucas 6, 39-42: “Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
Jesús hoy nos
anima a prepararnos para ser reflejo de la luz que de él recibimos como Maestro.
Reflexión. Jesús es Maestro. No es profesor. El profesor da
la clase, enseña diversas asignaturas, pero no convive siempre con nosotros. El
Maestro Jesús sí convive. Su materia es
él mismo, su testimonio de vida, su manera de vivir aquello que enseña. La
convivencia con el Maestro tiene tres pasos:
§ Primero. El maestro es el modelo o el ejemplo que hay que
imitar.
§ Segundo. El discípulo no sólo contempla e imita, sino que
además se compromete con la vida y destino de su Maestro.
· Tercero. No sólo imita el modelo, no
sólo asume el compromiso, sino que llega a identificarse con el Maestro:
"Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí" (Gál 2,20).
(Breve pausa
reflexiva y comentario si se desea)
Oración. Señor,
cuánto nos gustaría tenerte como Maestro siempre para vivir en la verdad que tú
viste y en el amor y entrega que a todos diste. Sabemos que sólo si nos llenamos
de la luz de tu vida viviremos de tu misma claridad y la reflejaremos en el
ambiente en el que estemos. Aún nos estamos formando y tenemos la posibilidad
de crecer guiados por ti, que eres la única luz del mundo, y de soñar que
contigo podremos orientar a otros hacia ese bello amanecer que todos deseamos.