PARÁBOLAS DE JESÚS: CIEGO,
GUÍA DE CIEGOS. Reflexión tercera.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 39-42: “¿Por
qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga
que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: -Hermano, déjame que
te saque a mota del ojo, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo?
¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claramente para
sacar la mota del ojo de tu hermano”.
Jesús, que ayer nos invitó a reflejar la luz que de él
recibimos, hoy nos recuerda que:
§ Siempre se nos olvida un poco que somos discípulos suyos.
§ Que como discípulos no somos mayores ni mejores que los
demás.
§ Que tenemos tendencia a exagerar los defectos de los otros y
ocultar los propios.
§ Y que como hizo él, Jesús, sólo podemos ir al encuentro de
los demás sin juzgarlos.
Pausa breve para reflexionar y comentar
si se desea.
Cómo me relaciono con los demás: en casa con la familia y en el colegio con los
compañeros y profesores ¿sólo viendo sus
defectos y ocultando los propios? ¿Eso no sería hipocresía? Si Jesús siempre
está a nuestro lado sin juzgarnos ¿vamos nosotros a ser jueces de los otros?
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Porque
estamos seguros de que el Señor nunca empleará con nosotros el juicio sino la
misericordia. TODOS. Gracias, Señor.
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Porque
Jesús es el único Maestro que nos puede guiar por el camino de la verdad.
TODOS. Gracias, Señor.
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Porque
necesitamos recibir la luz verdadera para no vivir en oscuridad y Jesús siempre
está dispuesto a llenarnos de la misma. TODOS. Gracias, Señor.
Porque
Jesús quiere que lleguemos a ser
sembradores de la luz que de él recibimos. TODOS. Gracias, Señor